Imagina que no puedes ver y que los sonidos son la única forma que tienes para comunicarte con tu entorno o averiguar dónde hay comida. Ahora imagina que hay un enorme ruido a tu alrededor…no puedes escuchar nada.
El ruido te impide tanto oír a otras personas como que éstas entiendan lo dices, y es tan intenso que es capaz de causar daños irreversibles en tu sistema auditivo. Sensaciones parecidas deben tener los animales que viven en el océano. Su actividad diaria y sus organismos se ven alterados por el continuo trasiego de barcos y buques, las prospecciones que buscan gas y petróleo bajo el mar o los sonares militares. Y es que, allá donde no llega la luz -y en el océano la oscuridad reina ya a pocos metros de la superficie-, los sonidos son esenciales para la supervivencia.
Hablamos con el biólogo el ingeniero francés Michel André sobre una de las máximas autoridades en el estudio de la contaminación acústica y su impacto en la fauna salvaje en el mundo. Michel André es Ingeniero Superior en Biotecnología por el Institut National des Sciences Appliquées, INSA, Toulouse, Francia; Licenciado en Bioquímica y Fisiología Animal por la Université Paul Sabatier de Toulouse, Francia; Doctor en Biología por la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria.
Fue Investigador Asociado de la San Francisco State University, California, del The Marine Mammal Centre, California y Profesor de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, España. Actualmente es profesor de la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC) y Director del Laboratorio de Aplicaciones Bioacústicas (LAB) y Embajador del Instituto de Mamirauá para el Desarrollo Sostenible (IDSM) Tefé, Amazonas, Brasil.
Sus trabajos de investigación se centran en el desarrollo de tecnologías acústicas para el control de la contaminación acústica en el medio marino; en el estudio de sus efectos fisiológicos y patológicos en las vías de recepción acústica de los organismos marinos; en los mecanismos matemáticos, físicos, morfo- y electrofisiológicos del biosonar de los cetáceos, así como en la extracción de la información de sus señales acústicas.
Durante la entrevista escuchamos los sonidos submarinos de: ruido de barco, rompiendo el hielo, prospecciones petrolíferas, hielo silbante, ballenas de Groenlandia, focas barbudas, cachalotes, belugas, el sónar de los delfines y ballenas jorobadas.
Todos los sonidos emitidos son propiedad intelectual de: Ref. Listen to the Deep, Laboratory of Applied Bioacoustics (LAB), Technical University of Catalonia, BarcelonaTech (UPC).
Links de Interés:
Página de los sonidos (debéis habilitar Flash).
Podéis ver la entrevista completa aquí: