Hoy aprendemos sobre los Trastornos del Espectro del Autismo con Amparo Rey, responsable de comunicación de la Confederación Autismo España.
Actualmente, los TEA se entienden como trastornos generalizados del desarrollo, que se caracterizan por la existencia en mayor o menor grado de alteraciones en tres áreas: el desarrollo de la interacción social reciproca, fundamental en el trastorno; la comunicación verbal y no verbal; y los intereses y comportamientos, tendiendo estos a ser limitados o repetitivos.
Estas alteraciones son muy diversas y dan lugar a perfiles muy diferentes en las distintas personas o incluso en un mismo individuo a lo largo de su vida. Las manifestaciones varían con la edad, las competencias cognitivas, el aprendizaje y la experiencia, entre otros.
Por esa gran variabilidad entre las personas y la coincidencia en las áreas de alteración se denomina espectro autista. Los planes de apoyo e intervención deben extenderse a lo largo de todo el ciclo vital y evolucionar en función de los progresos individuales, centrándose en la mejora de la calidad de vida de las personas.
Las estimaciones más recientes sobre la prevalencia de todas las formas de Trastornos Generalizados del Desarrollo (TDG), entre los que se incluyen los Trastornos del Espectro Autista (TEA), apuntan a tasas de alrededor del 60 por 10.000 o, lo que es lo mismo, seis personas afectadas por cada 1.000 nacimientos. El autismo se presenta en cuatro varones por cada mujer.
Han contribuido al aumento de este índice los cambios en los criterios de diagnóstico, la ampliación del concepto de autismo y una mayor sensibilización por parte de los profesionales sobre el hecho de que este trastorno puede producirse en niños y niñas con inteligencia y lenguaje normalizados.
La atención temprana, la educación y la provisión de apoyos personalizados son los instrumentos disponibles que permiten mejorar sustancialmente su calidad de vida de las personas con autismo y la de sus familias.