Las empresas familiares representan el 90% de las sociedades anónimas y limitadas (1,1 millones) en España, aportan el 60% del valor añadido bruto (262.000.000.000 € de manera directa a la economía) y proporcionan más de 7 millones de puestos de trabajo; estamos, por tanto, ante un tipo de organización tremendamente importante para el desarrollo socio-económico de nuestro país.
De estas empresas, el 53,6% están en primera generación, el 16,7% en segunda generación, el 7,2% en tercera. El 85% de las empresas familiares no supera la tercera generación y muchas menos llegan a la cuarta generación…¿por qué?
Hoy en El Respeto entrevistamos a María Rueda, una de las dueñas y gerente de la mercería de Pontejos; con ella aprenderemos que las disputas y diferencias entre los miembros de la familia involucrados en el negocio o en su administración son la principal causa de la desaparición de este tipo de empresas (el 60% desaparece por disputas de parientes y sólo el 30% por problemas financieros). María nos deja una serie de recomendaciones para evitar dichos problemas y muchos otros secretos sobre su exitosa gestión; hablamos de su adaptación al mundo digital, el poder de l@s bloggers y la importancia del buen producto y servicio por encima de todo.
Considerado como el templo de los botones y las cremalleras, el Vaticano de las mercerías, el edén de las manos hábiles con la aguja y el hilo, con los patrones y las puntillas, Pontejos es un establecimiento con más de 100 años de historia (en su cuarta generación ya) único en su género que ha sido y sigue siendo referente nacional e internacional. Por aquí han pasado la infanta Elena de Borbón, Sara Montiel, Norma Duval, Lolita y Rosario Flores, Marta Sánchez, Loles León, Rosana, Belén Rueda, Miguel Abellán y hasta el expresidente español Leopoldo Calvo Sotelo…pero sin duda son los cientos de miles de personas anónimas que pasan por aquí cada año las que han ayudado a escribir la historia de esta mítica institución con letras de oro.